A grandes rasgos el método Feynman, es la técnica que consiste en la explicación de teorías complejas, a través de un lenguaje sencillo y comprensible por todos.
Con ello, se consigue la asimilación del concepto y, por consiguiente, que el Opositor sea capaz de transmitirlo a todo tipo de público.
Básicamente es aprender a través de la enseñanza. La técnica Feynman es clave para trabajar la memoria y, por supuesto, para afianzar el conocimiento.
4 pasos necesarios para desarrollar esta metodología:
Seleccionar el tema, epígrafe o definición que quieras aprender.
El objetivo es que, desde un inicio, se establezca un foco en el aprendizaje. Es decir, que tú y tu cerebro seáis conscientes de qué es lo que vais a aprender.
Es el momento de leer el tema. Como es obvio, con una lectura solo se podrán retener ciertas ideas o detalles, pero no toda la lección. Acto seguido, elabora un guion de los puntos esenciales aprendidos. Una vez escrito, el opositor tendrá que explicarlo en voz alta, de la forma más clara posible. En efecto, como si diera esa lección a su madre, a un amigo o a una persona totalmente ajena a esa materia.
Se tendrá que emplear un lenguaje claro, fácil y explicando los tecnicismos.
De este modo, el estudiante consigue realizar un aprendizaje activo, ya que va a ser consciente de los conceptos más generales; pero a su vez va a observar también dónde está fallando.
A continuación, en este paso del método Feynman es necesario completar la lección en aquellos puntos donde falta información. Una relectura será del todo necesaria para esa revisión del tema.
Utiliza tus propias palabras y comprende lo que dices.
Y si todavía no has memorizado el tema, ¡repite el proceso cuantas veces necesites.
Esta técnica de estudio permite que al Opositor que disponga de toda la información adquirida durante más tiempo. Ponlo a prueba y seguro que notas la mejoría.
Es fácil y rápido. Solo necesitas proporcionar tu dirección de correo electrónico y recibirás nuestras noticias y artículos
